jueves, octubre 17, 2013

CANNABIS Y EL CEREBRO ADOLESCENTE

La naturaleza del cerebro de un adolescente hace que el consumo de cannabis pueda aumentar su riesgo de desarrollar conductas adictivas a largo plazo, según un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Montreal (Canadá) y la Icahn School of Medicine del Mount Sinai en Nueva York (Estados Unidos).

"Aunque está claro que se necesitan más estudios para comprender el impacto a largo plazo del cannabis en el cerebro y el comportamiento de los adolescentes, la evidencia actual sugiere que tiene una gran influencia sobre las conductas adictivas en edad adulta, en particular para ciertos subgrupos más vulnerables", ha reconocido el profesor Didier Jutras-Aswad, autor de la investigación publicado en la revista Neuropharmacology.

Este experto y su equipo revisaron más de 120 estudios que analizaban diferentes aspectos de la relación entre el cannabis y el cerebro de los adolescentes, incluida su biología, la reacción química que se produce cuando se consume esta droga, la influencia de la genética y los factores ambientales, además de otros estudios sobre los motivos del inicio del consumo.

Los datos de los estudios epidemiológicos mostraron una asociación repetida entre el consumo de cannabis y una posterior adicción a drogas más duras, así como un aumento de enfermedades psiquiátricas como, por ejemplo, la esquizofrenia.
No obstante, el riesgo de desarrollar estos trastornos después de la exposición al cannabis no era la misma para todos los individuos y se correlacionaba con factores genéticos, la intensidad del consumo y la edad en que se produce. Así, cuando el primer contacto se producía en los adolescentes más jóvenes el impacto del cannabis parecía ser peor en lo que respecta a muchos resultados como la salud mental, el éxito académico, los niveles de delincuencia y la madurez.

Aunque es difícil confirmar con toda certeza un nexo causal entre el consumo de drogas y el comportamiento resultante, los investigadores han destacado que los modelos en ratones han permitido a los científicos explorar y observar directamente las reacciones químicas del cerebro humano.

De este modo, han visto que el cannabis interactúa con el cerebro a través de los receptores cannabinoides CB1 y CB2, que están situados en las áreas del cerebro que se encargan del aprendizaje y la gestión de las recompensas, la toma de decisiones, la formación de hábitos y la función motora.

Dado que la estructura del cerebro cambia rápidamente durante la adolescencia, los científicos creen que el consumo de cannabis en ese momento influye en gran medida en la manera en que estas puntos de la personalidad del usuario se desarrollan.

Además, en modelos de ratas adolescentes han sido capaces de observar las diferencias en las señales químicas que rigen la vulnerabilidad a la adicción, un receptor en el cerebro conocido como el receptor de dopamina D2, bien conocido por estar poco presente en los casos de abuso de sustancias.

Influencia genética


Los estudios también han demostrado que la dependencia del cannabis puede ser heredada a través de los genes que producen los receptores cannabinoides, al tiempo que también hay otros factores psicológicos que también pueden estar involucrados en este riesgo.

"Las personas que desarrollarán una dependencia al cannabis muestran conductas caracterizadas por falta de afecto, agresividad e impulsividad desde una edad temprana. Algunos de estos rasgos son a menudo exacerbados con años de consumo de cannabis, lo que sugiere que los usuarios quedan atrapados en un círculo vicioso que a su vez se convierte en una dependencia", reconoció Jutras-Aswad.

Los investigadores subrayan que, aunque queda mucho por conocer acerca de la mecánica del consumo de cannabis, los estudios analizados muestran que "no es inocuo para el cerebro de los adolescentes, especialmente para aquellos que son más vulnerables desde el punto de vista genético o psicológico".

De hecho, apuntan que la identificación de estos adolescentes vulnerables, a través de análisis genéticos o psicológicos, "puede ser fundamental para la prevención y la intervención temprana de los trastornos adictivos y psiquiátricos relacionados con el consumo de cannabis".

No hay comentarios: