El
pasado mes de junio saltó a los medios de comunicación un estudio que
demostraba que los niños criados por parejas homosexuales se enfrentan a
mayores dificultades en su adultez, que aquellos criados por una
familia estable constituida sobre un hombre y una mujer.
El estudio es de la Universidad
de Texas (Estados Unidos) y el autor del trabajo científico es Mark
Regnerus. Regnerus, dijo a ACI Prensa, el 12 de junio, que su
investigación revela “diferencias estadísticas significativas entre
adultos que fueron criados en su niñez con una madre que tuvo una
relación lésbica y aquellos que dijeron que su madre y su padre
biológico estaban, y aún están, casados”.
El
estudio de Regnerus, que midió las diferencias en 40 indicadores
sociales y personales entre 3.000 estadounidenses de edades entre 18 y
39 años, criados en ocho tipos diferentes de hogares, fue publicado en
la edición de junio de la revista Social Science Research.
De
acuerdo al documento, los niños criados en hogares homosexuales tienen
un promedio más bajo en niveles de ingresos económicos cuando son
adultos, y padecen más problemas de salud física y mental, así como
mayor inestabilidad en sus relaciones de pareja.
Un estudio decisivo e independientemente probado
¿Por
qué este estudio resulta tan relevante objetivamente? Por tres razones:
primero porque es el único elaborado tan profusamente que hay sobre el
tema; segundo porque revisa todos los estudios anteriores; y tercero,
que es lo más decisivo de todo: como fue un estudio denunciado por los
grupos de presión del homosexualismo político (lo cual no se acostumbra a
hacer nunca con ningún estudio técnico) y el grupo de presión
homosexual es tan importante, la universidad acabó encargando la revisión por una comisión independiente del propio centro sobre la bondad técnica del mismo.
El
análisis independiente no era sobre las conclusiones (evidentemente
nadie podía decir nada de las conclusiones de los científicos), pero sí
concluyeron que todas las afirmaciones científicas que habían en el
mismo eran afirmaciones rigurosamente establecidas a través del propio
estudio. Por lo tanto, es el trabajo que ha pasado por el examen más
duro porque ninguno de los anteriores, como es normal, se someten a
tribunales de este tipo.
El Gobierno del PP ignora el estudio
En España, el Tribunal Constitucional (TC) encontró constitucional la Ley
del ‘matrimonio’ homosexual que también incluye la posibilidad de que
las parejas homosexuales puedan adoptar. El Gobierno del PP, lejos de
cambiar la Ley , ha dado por buena la sentencia del TC dando carpetazo al asunto.
De
esta forma ignora un estudio que demuestra que la adopción por parte de
parejas homosexuales crea problemas importantes en los niños.
Aunque este hecho fuera de sentido común, ya que un padre y una madre es
un padre y una madre, y cuando en una familia falta uno los hijos
acostumbran a tener algún déficit. Si a esto se le añade que tiene por
duplicada una de las dos figuras, a la criatura le cuesta aclararse.
Ante este hecho, este riguroso estudio profundiza en el debate necesario que debería plantearse en torno a la Ley
del ‘matrimonio’ homosexual, que no por ser constitucional puede
considerarse ‘buena’. ¿Qué tiene que decir el Gobierno de Mariano Rajoy
ante esto? Parece que ya ha dicho todo lo que quería decir.
La inestabilidad, un “sello” en los hogares homosexuales
El
estudio de Regnerus reveló que los menores criados en parejas
homosexuales mostraron mayores niveles de desempleo, tabaquismo,
necesidad de asistencia pública y participación en crímenes.
Para Regnerus, según los datos estudiados, la
inestabilidad en el hogar es “un sello” entre los hogares cuyos padres
estuvieron involucrados en relaciones sentimentales homosexuales, ya sea que esos hogares estuvieran “dirigidos por una madre o un padre”.
Los hallazgos del científico estadounidense desafían, entre otros, a la información difundida en 2005 por la Asociación Americana
de Psicología, que aseguró que “ningún estudio ha encontrado que niños
de padres gays o lesbianas sea desfavorecido en ningún aspecto
significativo con respecto a niños de padres heterosexuales”.
Según
Regnerus, algunos de estos influyentes estudios se han hecho en pocas o
no representativas muestras de población, enfocándose en parejas
homosexuales blancas, con alto nivel de educación, para obtener
conclusiones generales sobre paternidad homosexual.
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