Fuente: programacambio.org • Escúchelos y razone con ellos aún en las opiniones con las que no acuerde. • Manifiésteles sus sentimientos de amor como algo natural, tanto verbal como físicamente. • Reduzca o evite el consumo de drogas lícitas (alcohol, tabaco, fármacos) • Facilite el contacto de sus hijos con otros grupos juveniles. • Conozca a los padres de los amigos de sus hijos. • No confunda afecto con permisividad. • No involucre a sus hijos en sus problemas conyugales. • Demuéstreles que en su pareja hay apoyo mutuo en esto de ser padres. • Aún los padres separados pueden mostrar acuerdos como Padres. • No haga que ellos dependan excesivamente de usted. • Crecer es también independizarse. • Procure transmitir valores de vida como responsabilidad, honestidad, respeto. • Demúestreles que Ud. sabe pedir ayuda cuando la necesita. |
Pretendo que sea un lugar donde colocar y comentar noticias positivas sobre matrimonio, educación, y familia en general.
lunes, agosto 16, 2010
HIJOS Y DROGAS, CONSEJOS
HIJOS Y DIVORCIO
Hay relatos bíblicos que son contemporáneos. Consultado el rey Salomón por el destino de un hijo disputado como propio por dos madres, propone la siguiente estrategia: "Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra". De este modo, Salomón pronuncia su sentencia, confiando en que la verdadera madre será la que renuncie a reclamar a su hijo con tal de salvar la vida de este. |
lunes, agosto 09, 2010
FRACASO ESCOLAR
Según un informe de la Fundación La Caixa, Fracaso y abandono escolar en España, la inestabilidad familiar influye mucho en las tasas de abandono.
Los autores del estudio (1) se cuidan mucho de dejar claro “que no se trata de juzgar el valor relativo de un tipo u otro de modelo familiar”. Según ellos, los datos muestran solo que “la respuesta de la infancia tardía y la adolescencia a los cambios en los modelos de convivencia de los padres tiende a ser negativa”. Sin eufemismos, los “cambios en los modelos de convivencia” son las separaciones y divorcios, que dan lugar a hogares monoparentales o recompuestos (“mixtos” en el estudio). También hay familias monoparentales en que la ruptura de la pareja fue muy temprana y los hijos no llegaron a conocerla. En todo caso, estos modelos o formas registran más fracaso escolar y otros problemas en los hijos que los matrimonios que permanecen (“hogares nucleares” en el estudio), y no es la primera vez que se observa.
En efecto, el estudio publicado por La Caixa muestra que en las familias estables los índices de abandono o malos resultados son menores. En los hogares mixtos –constituidos por uno de los progenitores y su nueva pareja– y en los monoparentales, los porcentajes son mayores, como se ve en la siguiente tabla.
El estudio recoge también el ciclo en el que los abandonos tienen lugar, según estén presentes ambos padres en el hogar o no. En este último caso, resulta más habitual el abandono en los primeros ciclos: el 61% de los que fracasan no llegan a completar la ESO, frente al 46% de los que conviven con ambos padres. Los abandonos que hay (menos por otro lado) en las familias con los dos progenitores se dan en mayor número en el bachillerato.
La opinión de los profesores
Además de las entrevistas con los alumnos que abandonan prematuramente, el estudio de Fundación La Caixa recaba las opiniones de los directores y orientadores de los centros donde se han recogido los datos de los expedientes de alumnos acerca de las que ellos consideran las causas del fracaso escolar.
Los resultados del estudio sitúan el hecho de vivir en una familia desestructurada como la tercera causa del fracaso escolar (51,9%), por detrás de “utilidad de la formación para la familia” (66,7%), “clase social de los padres” (55,6%) y al mismo nivel que “barrio/zona en la que vive”.
La familia, según el estudio, sigue ocupando los puestos de honor entre las causas más señaladas por los profesores, al igual que en encuestas anteriores. El cambio más destacado está en la opinión sobre las causas relativas al sistema educativo. Entre ellas, ya no es el diseño global de los estudios lo que concita más acuerdo entre los docentes. La más importante, a juicio de ellos, es que el sistema educativo no es capaz de compensar las deficiencias de origen sociocultural. En este sentido, los profesores denuncian falta de medios para hacer real la igualdad de oportunidades.
___________________
NOTAS
(1) Mariano Fernández Enguita, Luis Mena Martínez y Jaime Riviere Gómez, Fracaso y abandono escolar en España, Fundación La Caixa, Col. “Estudios Sociales”, n. 29.
REPARTO TAREAS HOGAR
Según un estudio de la London School of Economics, los matrimonios donde el hombre se implica más en las tareas domésticas tienen menos probabilidad de divorciarse. Pero eso no significa que la mayoría de las mujeres quieran un modelo “igualitario” (50-50) en el reparto de tareas entre hombre y mujer.
El estudio, realizado por la investigadora Wendy Sigle-Rushton, del Departamento de Política Social de la London School of Economics, hace un seguimiento de 3.500 matrimonios que han permanecido intactos durante los cinco años siguientes al nacimiento de su primer hijo (casi el 20% se divorció después, cuando sus hijos cumplieron los 16 años).
Para conocer el grado de implicación en el hogar de los varones, Sigle-Rushton recurre a la British Cohort Study de 1970. Y lo cierto es que no salen bien parados, de acuerdo con los testimonios de sus mujeres.
El 51% de ellos no ayudó en nada o desempeñó una sola tarea. El 24% asumió dos tareas. Y cerca de un cuarto se hizo cargo de tres o cuatro tareas. El estudio muestra que se produjeron menos rupturas conyugales dentro del grupo de matrimonios donde los maridos habían ayudado más.
Sigle-Rushton introduce un nuevo factor: la situación laboral de las mujeres. ¿Cómo influye la poca o mucha implicación del varón en el hogar cuando la mujer trabaja fuera de casa?
El estudio toma como referencia el caso de la mujer que trabaja en el hogar y cuyo marido contribuye poco a las labores domésticas. Y lo compara con otros dos casos: mujer que trabaja fuera de casa con marido que hace poca tarea doméstica; y mujer que trabaja fuera y en casa cuenta con la ayuda del marido.
Según concluye el estudio, que la mujer trabaje fuera del hogar sólo incrementa el riesgo de divorcio cuando el marido es de los que no ayudan en casa. En este supuesto, el riesgo de divorcio es 97% mayor que en el caso de referencia. Si la mujer trabaja fuera y el hombre hace una buena porción de tarea doméstica, no se detecta aumento de la probabilidad de divorcio con respecto al caso de referencia (ama de casa y marido que hace poco en el hogar).
La vida familiar es de los dos
Esto indica que para muchos matrimonios la solución preferida no es que el marido haga la mitad del trabajo doméstico, sino la parte que resulta posible y razonable según las circunstancias del hogar y los horarios de él y de ella. Sería pecar de teórico prescribir una distribución a partes iguales que no iría bien a todas las familias.
A la vista de las investigaciones que maneja, Brad Wilcox –profesor de sociología en la Universidad de Virginia– constata que las mujeres casadas que se dedican a cuidar de sus hijos y a otras tareas domésticas están satisfechas cuando ven que sus maridos ayudan en casa todo lo que pueden, aunque hagan menos que ellas.
En cambio, Wilcox no ha encontrado estudios que confirmen la tesis de que la mayoría de las mujeres deseen un modelo “igualitario” en el reparto de tareas en el hogar. A su juicio, ese reparto depende sobre todo de factores como la maternidad o la situación laboral de la mujer.
Como explica en declaraciones a la revista Perspective (junio 2010), no es raro que una madre con niños pequeños quiera emplear en ellos más tiempo y menos en el trabajo externo, y prefiera que durante esos años su marido sea el principal sostenedor de la familia.
En tales casos, el reparto desigual de las labores domésticas, correlato de la distinta atención de cada uno al trabajo remunerado, no supone falta de implicación masculina. Más bien muestra a su modo que la vida familiar la sacan adelante entre marido y mujer, aunque las tareas y la dedicación a ellas sean distintas.